¿Sabías que si no lleva almendra y no tiene forma de ladrillo, no se le puede llamar turrón?, me cuentan nada más llegar Laura Colomina y su hija Sara Soldevila, tercera y cuarta generación de la turronería Casa Colomina. Pero un momento, empecemos por el principio…

Foto: Bárbara Ferreira

Resulta que lo que ahora conocemos como <> palabra proveniente de tostar (del latín torrere, secar al sol) o de terrón (masa compacta, de tierra y este del latín terra) ambas de raíz indoeuropea; se elabora desde antaño a base frutos secos (almendra principalmente) y mieles, y se presume que ya en la época griega se preparaba y se servía a los deportistas griegos como producto energético para participar en las Olimpiadas.

Luego más recientemente, se han constatado datos históricos que aseguran que el turrón ya existía en la villa de Sexona (actual Jijona) en el siglo XVI; puesto que fueron los árabes quienes introdujeron este dulce y así lo reconoce el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Protegidas del Turrón de Jijona y Alicante.

Foto: Bárbara Ferreria

A pesar de todo, existen diferentes versiones acerca del origen del turrón. Unas fuentes afirman que el turrón surgió tras un concurso propuesto por los árabes en el que buscaban un alimento nutritivo que se conservara en buenas condiciones, durante una larga estancia y que fuera transportado fácilmente por sus ejércitos sin peligro de intoxicación.

Otras fuentes, afirman que el turrón surgió gracias a la elaboración por parte de un artesano de Barcelona, apellidado Turró, el cual realizó un alimento con materias primas abundantes de la región que sería un recurso indispensable en épocas de escasez y hambrunas.

E incluso en Jijona existe la leyenda del turrón y la princesa, donde un Rey contrajo matrimonio con una princesa escandinava que entristeció por estar lejos de su país. El Rey ordenó plantar miles de almendros alrededor del castillo, para que de este modo cuando los almendros florecían, sembraban el paisaje de tonalidades blancas y parecía Escandinavia nevada. Al parecer la idea surtió efecto, la princesa recuperó la felicidad y los habitantes de Jijona, a partir de ese momento, aprendieron a recoger los frutos de los almendros y a tratarlos, elaborando así las primeras muestras de turrón y derivados.

Foto: Bárbara Ferreira

Sea como fuere, pensar en turrón es pensar en Navidades… Y ya que ahora se acercan tan señaladas fechas, me he adentrado en una de las turronerías más antiguas de España, Casa Colomina, para descubrir todo sobre esta familia, su turrón y algunas cosas más.

Continuar con la tradición y la formas de producir que han perdurado en el tiempo.

Foto: Bárbara Ferreira

Casa Colomina, fundada por Antonio Colomina Pla, es una empresa familiar dedicada al turrón y originaria del pueblo de Jijona. A finales del siglo XIX, muchas familias Jijonencas se dieron cuenta del éxito de los turrones a nivel nacional y salieron de Alicante para venderlos; ya que desde tiempo inmemorables fabricaban de forma habitual en sus propias casa y obradores, y Antonio fue uno de aquellos jijonencos que decidieron probar fortuna fuera de su provincia.

Por aquel entonces Madrid y Barcelona eran dos de las “plazas” más cotizadas, donde ésta última poseía una floreciente burguesía que apreciaba como nadie el famoso dulce navideño. Y allí es donde el señor Colomina decidió instalarse, y tras alquilar diferentes locales, finalmente en 1908 inauguró la primera “parada” fija en la Ciudad Condal en la calle Cucurulla; posteriormente abrió nuevos locales, y hasta hoy la familia Colomina (a caballo entre la tercera y la cuarta generación) continúa su legado turronero manteniendo su origen y su manera de hacer.

Foto: Bárbara Ferreira

¿Dónde y cómo se producen los turrones Casa Colomina?

Desde el principio, nuestros turrones se producen, uno a uno, de manera artesanal y 100% sostenible en Jijona y se manipulan y venden a granel en nuestras tiendas de Barcelona.

¿Qué significa realmente sostenibilidad en Casa Colomina?

Solo producimos con ingredientes naturales de proximidad, de km 0 y provenientes de comercio local del mediterráneo español. Por ejemplo, las almendras que utilizamos son mediterráneas y de calidad suprema (calibre 14 y 16), las trituramos artesanalmente y no utilizamos ni colorantes ni conservantes artificiales. Además todos nuestros turrones son sin gluten.

¿Te has quedado con ganas de probarlos? Toma nota de las tiendas Casa Colomina en Barcelona:

Carrer de la Cucurulla, número 2.
Horario: De lunes a sábado de 10:00 a 20: 30 – domingo de 12:30 a 20:30

Carrer Gran de Gracia, número 57.
Horario: De lunes a sábado de 10:00 a 20: 30 – domingo de 12:30 a 20:30

Foto: Bárbara Ferreira

Autor:

Clara de Nadal Trias

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